Aunque hace mucho calor me resisto a
dejar de hacer pan en casa. Eso si, procuro buscar recetas que no sean demasiado
elaboradas y que no necesiten demasiado tiempo de horneado. Así que he sacado
todos los libros de pan que tengo y he formado una pila alta con ellos. Este
fin de semana he empezado a ojearlos con detenimiento y de paso a seleccionar
recetas para ir haciéndolas poco a poco.
Este pan pertenece al libro “pan de la
chapata al pan de centeno”, de Linda Collister, Ed. Acanto. La verdad es que
muchos de sus panes están en el índice de mi blog porque hubo una temporada que
cada semana hacía alguna receta del libro. De hecho, este pan lo tenia señalado
para hacerlo, me gustó sobre todo por los ingredientes y la verdad es que está muy rico.
Con estas cantidades os saldrán dos panes
de molde. Utilizad moldes de unos 20 centímetros de largo, así la rebanada os
quedará más grande. Yo los usé de 30 cm
y entonces el pan quedó menos alto pero la miga es muy tierna y jugosa.
INGREDIENTES:
500 gr de calabacines con los extremos
cortados
1 ½ cucharadas de sal
200 gr de zanahorias peladas y ralladas
350 gr de harina de fuerza blanca
ecológica
350 gr de harina integral ecológica
15 gr de levadura fresca de panadero o 7
gr de seca
350 ml de agua tibia
PREPARACIÓN:
Ralla los calabacines sobre un colador. Espolvoréalos
con 1 cucharada de sal y mezcla bien. Pon el colador sobre un cuenco y deja
reposar unos 15 minutos. Después escurre bien para retirar el exceso de agua y
evitar que la masa quede aguada.
Mezcla las zanahorias ralladas con las
harinas y el resto de sal, luego incorpora los calabacines rallados removiendo
bien.
Desmenuza la levadura sobre un cuenco
pequeño, agrega la mitad de agua y mezcla hasta que se haya disuelto. Echa
sobre la mezcla de harinas y empieza a amasar los ingredientes,
añadiendo el agua restante suficiente hasta obtener una masa ligeramente blanda
e irregular. Vuelca sobre la superficie de trabajo enharinada y amásala a fondo
5 minutos hasta que esté muy flexible.
Pon la masa de nuevo en el cuenco, cúbrela
con una bolsa de plástico y déjala levar en un lugar cálido 1 ½ horas
aproximadamente, si hace bastante calor en 1 hora habrá levado, hasta que doble
su volumen.
Vuelca la masa sobre la superficie de
trabajo enharinada y aplástala para deshincharla. Divide la masa en 2 partes
iguales y forma con cauda una de ellas un cilindro con el que llenar los
moldes. Introduce estos en una bolsa de plástico grande, ínflala, ciérrala y
deja levar aproximadamente 1 hora o hasta que haya doblado su tamaño.
Mientras precalienta el horno a 220ºC
Hornea en el horno precalentado unos 35
minutos hasta que estén ligeramente dorados y al golpear su base con los
nudillos suenen a hueco. Déjalos enfriar sobre una rejilla metálica.
Y listos para preparar unas ricas tostas,
bocatas y otras delicias que me encantaría que me contarais.
FELIZ SEMANA
Tiene que estar de vicio ¡Qué rico!
ResponderEliminarNo lo había visto nunca. Que buena pinta!
ResponderEliminarRico, y supersaludable, este pan lo tiene todo!
ResponderEliminarUn beso de las chicas de Cocinando con las Chachas
Debe ser curioso el sabor de este pan, me gusta como te ha quedado. Bss.
ResponderEliminarVengo hasta aquí siguiendo el rico aroma...
ResponderEliminarhola linda, donde tú te pierdas ajjaajaja panarra, qué envidia,cómo tiene que estar!!!
ResponderEliminaroye, que sepas que estoy de sorteo, animateeee, un besuco :)